Opinión independiente sobre temas de educación y cultura Producción 15-3053-0291
martes, 31 de agosto de 2010
Expo-Sanmartiniana Morón 2010
jueves, 19 de agosto de 2010
Tenemos que enseñar a hacer pis?
Las problemáticas de nuestro diario vivir las llevamos por cuenta y cargo de nosotros mismos, asumiendo sus costos en las decisiones equivocadas, y disfrutamos siempre en menor medida de los pequeños logros que podemos obtener en nuestra existencia. Sin embargo la vida social nos reparte responsabilidades muchas veces ajenas a nuestras posibilidades de resolución producto de una distribución siempre injusta de las herramientas con que afrontarlas reduciendo tanto nuestra acción como aumentando las de aquellos que nos la adjudican sin pedirlo. Esto no significa desconocer el compromiso social de afrontar la cuota parte que nos corresponde en función de lo que sociedad que nos lo ha entregado.
Sin embargo en esta cuestión del reparto de las cargas, quienes debieran tomar a su cargo las mayores, son aquellos a quienes les corresponde, los que poseen una mayor cuota de poder lo que implica recursos y capacidad de distribución de los mismos. Pero en este juego de “todos somos responsables” a “esperamos mucho de la tarea de…” nos encontramos a diario a los gestores de las políticas públicas en actos donde licuan sus deberes y seguramente lavando sus compromisos, ante el mundo, sus familias y la no confesada incapacidad para resolverlos haciendo co-responsables a todo el que se cruce en el camino, mas allá de estar claro las imposibilidad que tenemos de accionar sobre las cuestiones que a ellos les fue impuesto.
Pertenecer a ciertos sectores de la sociedad, como por ejemplo el docente, es una condición segura de que en el transcurso de cualquier discurso oficial frente a cualquier cuestión no resuelta de las distintas gestiones, alguna responsabilidad ha de caer sobre los mismos, Y últimamente no deja de encontrarse en las problemáticas sociales la remanida frase “esto se arregla con mayor educación”, la que escuchamos hasta el cansancio, y como curiosidad de simple observador me pregunto y pregunté a que se refieren con ”mas educación”, a mas docentes? A mas horas de clases? A mejores escuelas? A otros planes de estudios? O??
Suponiendo que por obra del milagro todo esto se diera, que logramos los mejores educadores, los más emblemáticos pedagogos trabajando a favor de la educación y no de sus proyectos políticos de propio crecimiento, que se llevan a cabo políticas no oportunistas y consensuadas, resolvemos los problemas??
Por ejemplo, cuando yo pase por la rotonda de San Justo, y espere en la cola para abordar un colectivo, no veré más a la gente orinando a la vista de todos, sobre el paredón del puente, restableciéndose un concepto básico como es el pudor? Cuando ingrese en un colegio no habrá más jóvenes escupiendo incapaces de entender que no es una norma social adecuada y que tampoco lo es un profesor fumando en el espacio público, y que además cuando se muestre enfadado porque alguien le recuerda la incoveniencia de este acto, no está dando un buen ejemplo? Cuando quiera ir a ver a mi equipo y luego de pagar la entrada y esperar en la cola, deba soportar que una turba de desaforados me pisoteen, entren con el derecho que le da la fuerza del golpe y me hacen sentir un verdadero estúpido? No escucharemos más que “ir a trabajar” es lo mismo que ir a robar?
Estas y otras tantas cuestiones no son mas que un simple juego de suposiciones que no intentan culpar a nadie en especial, cosa que aclaro porque siempre aparece la sospecha de la confabulación malévola que esconde intenciones “non santas” con las que se esterilizan las demandas y que solo pretenden empezar a deslindar responsabilidades que no son de las escuelas (seguramente habrá otras que incumple) pero que merecería que no se tome con tanta ligereza esto de licuar lo que no hacen los que tienen que hacer, y no invalida para nada que hay que destinar recursos a la educación pero hay responsabilidades sociales que no se pueden volcar a este sector.
Cuestiones elementales de la convivencia social tienen raíces que exceden al trabajo escolar, al saber más en geografía o física, y que merecerían una profunda revisión de cuales son los motores que llevan una sociedad a pensar que todo es igual, que todo vale, que hago lo que quiero donde quiero y no pasa nada, que el otro también posee su derecho, y esto hoy no es patrimonio de ninguna clase social, porque los ejemplos dados tienen su correlato en todos los ámbitos nacionales. Hay en la ciudad de San Justo un grupo de personas identificadas como agentes de tránsito municipal, parados frente a lugares donde no se puede estacionar (tarea preventiva tantas veces reclamada). Observe amigo lector un constante estacionamiento frente al agente y la discusión ”yo necesito (¿???) estacionar acá, aguante agente” y pone al coche porque si de puro apuro y desafiando a quien cumple la simple tarea de hacer menos problemático el tránsito.
Educación si, desde ámbitos oficiales, con medios de comunicación que trabajen en mensajes de construcción ciudadano fundada en el respeto mutuo, en la solidaridad y el compromiso social, dando desde las empresas muestras de compromiso con su comunidad, con familias que reestablezcan valores de convivencia armoniosa, con expresiones de mayor humildad y respeto de quienes del poder ejercen funciones en áreas de decisión y contralor
Indudablemente cuando esto se cumpla en su totalidad o en parte, la escuela y sus comunidades deberán realizar acciones seguramente con mas esfuerzo y calidad duplicando su esfuerzo en medio de una sociedad que acompañe el trabajo desde ella, pero en el mientras tanto sería bueno ponernos a pensar en un trabajo donde no solo se piense en comprometer a la docencia sino a la ciudadanía toda.
miércoles, 11 de agosto de 2010
Desaparición masiva. Existe el genocidio histórico
FEDERACIÓN UN PUEBLO DESAPARECIDO
Bajos las aguas del río Uruguay se halla sepultada su historia, sus recuerdos y el futuro que soñaron sus pobladores
Hay palabras que exceden su significado y que nos producen sensaciones particulares, en razón de que obviamente están enlazadas a las realidades de nuestra historia común o particular e íntima. Sin embargo el grado de emotividad que las mismas nos transmiten tendrán siempre una relación
directa a la cercanía que tengamos con lo que simboliza cada término y de esa distancia con lo que rememora el término. La palabra DESAPARECER y sus derivados es de un valor m
uy particular para los argentinos y de igual modo hace que cada uno se pare frente a ella en relación directa a su experiencia personal, por una parte, y por el posicionamiento ideológico que defiende cada uno.
En mi caso particular la misma está indisolublemente asociada a barbarie, a hecho aberrante, y genocidio, indepe
ndiente de quién ejecute tamaño acto, pero más allá de la sensación que me transmite es indudable que conlleva una clara intención: aniquilar conceptos, ideas, historias, testimonios, recursos, y todo aquello que significa el ser humano por sí mismo, además de transmitir un mensaje de quiebre a su entorno.
En mi historia personal el tema superó mi capacidad de horror, cuando en situación realmente agradable, placentera de mi vida actual, encontré frente a mí un testimonio de desaparición masivo, donde el mismo concepto, la misma metodología, los mismos gestos con aire marcial, no titubearon en sepultar todo un pueblo, su historia, su futuro, sus costumbres y su autoestima, para que de él no quedaran ni los cimientos. Efectivamente, esta situación m
ás propia de la ciencia ficción es parte de nuestra historia nacional, y se refiere a FEDERACION, ubicada en la Provincia de Entre Ríos, la que en nombre de un interés
superior (hacer una represa hidroeléctrica) fue sepultada íntegramente bajo las aguas, con todo lo que significa un hecho de esta magnitud.
Imagine usted por un momento que mañana se decide que debe DESAPARECER la ciudad de San Justo, que potentes máquinas derribarán sus edificios, su casa, las casas de sus vecinos, en fin su historia, sus recuerdos, las referencias que lo identifican, su religión, sus símbolos, y todo aquellos que está unido a su vida. Me pregunto ¿ cómo se lo l
lama al acto de borrar la historia de una persona? ¿cómo se cuantifica el destruir su futuro imaginario? ¿Dónde recuperan sus habitantes sus pequeños o grandes sueños? ¿ en qué lugar puede conservar sus recuerdos?
Cuando la excursión nos lleva a la “vieja Federación” (eufemismo que oculta “desapare
cida Federación) los turistas preguntamos donde estaba la ciudad y la lacónica respuesta, con vos vacía, consternada y ahogada del guía nos dice: “es esa” y su mano nos indica un enorme m
anto de agua; el silencio de todos retumba como un grito que nos estremece cuando el mismo guía dice con tono desgarrado “yo vivía ahí”
Como si el hecho en sí de la pérdida irreparable fuera poco, al redoblar de tamboriles de fanfarria, y con aire de festejos se exhibe un video histórico de tan nefasta situación (año 1975) donde se entrega a los habitantes “sus nuevas viviendas” todo un grito de progreso, de modernidad de futuro auspicioso brillante. Esto me despertó la curiosidad y comencé a realizar una visita de “la nueva federación” y de ello obtuve una nueva conclusión y un reclamo “quiten el nombre de Federación nueva o vieja” lo que existe merece otro nombre por respeto a Federación.
Efectivamente, esta n
ueva ciudad contiene las “viviendas adjudicadas” que están camufladas en medio de los modernos emprendimientos turísticos que llegaron por los 90 de la mano del descubrimiento de las aguas termales: modernos apart y hoteles, construidos en un conjunto de armonía y belleza muy particular que disimula la historia de desarraigo y tristeza de sus pobladores, gerenciados por importantes empresas, y que nada tienen que ver con sus habitantes . La gente del lugar vive en donde “los metieron”: MONOBLOK GRISES, de pequeñas ventanas, sombríos, todos iguales, que solo cambian el número de habitaciones y algún detalle insignificante, sin terreno. El mismo concepto habitacional de hacinar pero en paredes de material, sin importar que allí vivirá gente, casi como en prisiones de puertas abiertas, sin confort, ni libertad de crecimiento social o edilicio, en fin, propio de quienes no solo se apropiaron de la historia pasada sino también de la historia futura de esta gente.
Federación, es un te
stimonio de todo un proyecto planificado, propio una ideología direccionada a la aniquilació
n del espíritu humano, al que hay que conducir, al que no hay que darle el derecho a pensar, donde los hombres que “mandan” ya pensaron todo, para que los que “nacieron” para ser conducidos sepan por la buenas o por las malas que deberán obedecer, en fin un proyecto disciplinador a gran escala y una desaparición masiva manejada con criterio militarista y con “algunos daños colaterales”.
Y la represa?. Jamás estos hechos dejan o dejarán de mencionar cuestiones de orden superior por los cuales se llevan adelante, y dejarán de justificar sus prácticas por aberrantes que sean. Siempre hay razones, reales o imaginarias, ciertas o falsas, certezas o falacias, poco importa, porque siempre frente a cualquier razón invocada hay alternativas, o modos o manera o conceptos que definen la acción y que encierran el espíritu de lo que se quiere lograr, y en este caso el objetivo era claro, dar una clara señal de poder, de ejecutividad, sin detenerse en las consecuencias de historias perdidas, personas dañadas o lesiones o secuelas posteriores. Solo importa el objetivo a lo
grar, las personas son obstáculos a derribar.
La moderna concepción de hacer redituable el ocio, la explosión del recurso turístico hacen que quienes visitan esta localidad poco interés encuentren en esta historia, en un lugar privilegiado de la naturaleza y seguramente sería injusto cargar a quien van en busca de descanso con semejante historia, pero no me cabe ninguna duda que el gran esfuerzo que hacen un puñado de pobladores en difundir entre ellos esta historia es una semilla que dará sus frutos, algo que se puede observar en los ojos asombrados de los niños que no pueden creer lo que allí se les muestra. Su asombro es toda una luz de esperanza para todos.
domingo, 1 de agosto de 2010
Congreso de tangoterapeutas
Con un importante marco institucional brindado a este evento de características distintivas francamente innovadoras, acogido en un ambiente adecuado como lo es el Centro Cultural San Martín, acompañado por el reconocimiento de los Ministros de Educación y de Salud del gobierno de la Autónoma Ciudad de Buenos Aires,y dotado de un enorme bagaje de contenido aportado por los distintos disertantes, se llevó a cabo el 3º Congreso de Tangoterapeutas. Con la consigna "El valor del Tango en la salud, al año de su declaración como Patrimonio Cultural de la Humanidad" la Asociación Civil y Cultural Sentimiento Tango, encaró este desafío en tres extensas jornadas que incluyeron una variedad de actividades que abarcaron: Normativas en la materia, el valor de la poesía la música y la danza en la recuperación de dolencias, aplicación de la meditación, presentación de experiencias en tratamiento de Alzheimer, discapacidades motoras, intelectuales, o genéticas, proyectos en marcha, utilización en el campo educativo entre otras y que tuvieran su cierre con debates, conclusiones y propuestas, de los disertantes y los congresistas.
Dr. Roberto Schena audio de la nota